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Diagnóstico celiaquía

vez que  se  calcula  que la población con sensibilidad al gluten. Este grupo está en torno al 6% de la población y lleva estudiándose aproximadamente 20 años.

La celiaquía (a la que comúnmente se la ha denominado siempre intolerancia al gluten) y la sensibilidad al gluten son dos procesos con muchas diferencias y varios puntos en común: el más obvio, ambas se producen por el consumo de gluten.  La alergia al gluten también ha de ser tenida en cuenta, aunque resulta mucho menos frecuente. Por tanto, tenemos una misma proteína, el gluten, y tres trastornos diferentes. La intolerancia al gluten, como se conoce también a la celiaquía, y la sensibilidad al gluten son cada vez más habituales hoy en día. La primera de ellas afecta al 1% o 1,5% de la población y esta  lleva  siendo  estudiada décadas, a la vez que se calcula

Emplear el término “intolerancia al gluten” para hablar de celiaquía, no es correcto, aunque de forma tradicional así se ha hecho y aún hoy se sigue empleando, aunque erróneamente.  La celiaquía, es definida hoy en día como una enfermedad autoinmune, sistémica y crónica producida por una intolerancia al gluten de carácter permanente; la sensibilidad al gluten tiene aún un origen desconocido, y aunque comparte síntomas (en ocasiones) con la celiaquía, la sensibilidad al gluten no cumple con los requisitos exigidos por las pruebas diagnósticas para hablar de celiaquía. Por eso, la sensibilidad al gluten, también denominada enteropatía sensible al gluteno enteritis linfocítica, se diagnostica por exclusión y no cuenta con pruebas específicas.

Además, la sensibilidad al gluten no celiaca se ha relacionado en diversos estudios con la fibromialgia, las espondiloartropatías y también las enfermedades autoinmunes. Los síntomas de la sensibilidad al gluten son variados y difusos, como ocurre en la celiaquía, y son también extradigestivos y digestivos. Éstos van desde los dolores abdominales y síntomas similares a los del intestino irritable, a dolor de cabeza, fatiga, dolor articular o muscular, hormigueo de las extremidades, estados de ánimo bajos, etc.

La sensibilidad al gluten no celiaca, por tanto, se diagnostica cuando se descarta la celiaquía y también la alergia al trigo, pero sin embargo se produce una recuperación y mejora de los síntomas tras un periodo realizando de forma estricta la dieta sin gluten. Desde el punto de vista de los síntomas de la celiaquía, es muy difícil distinguir la enfermedad celiaca de la sensibilidad al gluten, pero sí hay una diferencia más en cuanto a la necesidad de predisposición genética que sí requiere la enfermedad celiaca y no la sensibilidad al gluten. De hecho se estima que sólo la mitad de los pacientes con sensibilidad al gluten presentan algún alelo de los genes DQ2 o DQ8, los genes con los que tradicionalmente se asocia la celiaquía, aunque actualmente sabemos que también el Half DQ2 está asociado a la enfermedad celiaca, como nos explican desde los laboratorios GENYCA.

Por tanto, es fundamental distinguir la intolerancia al gluten, la celiaquía, de la sensibilidad al gluten no celiaca, una patología de reciente estudio sobre la que aún hay muchas dudas y cuyo tratamiento pasa también por la realización de una dieta sin gluten. Un alérgico al gluten reaccionará aun cuando el gluten no haya llegado a su intestino, mientras que las personas con intolerancia al gluten necesitan normalmente ingerirla.  En este caso el sistema inmune de los afectados produce anticuerpos en cuanto entra en contacto con el gluten, y las reacciones se producen de forma inmediata en forma de edemas, de urticaria y de lo más peligroso, dificultad para respirar. De ahí que las personas alérgicas al gluten tengan que tomar aún más precauciones, ya que ni pueden comer gluten, ni pueden entrar en contacto con él.

Diferenciación entre intolerania y sensibilidad

De ahí que sea importante diagnosticar cuanto antes la alergia al gluten y distinguirla tanto de la celiaquía, como de la sensibilidad al gluten. Por ejemplo, una persona con alergia al gluten sufrirá una reacción al utilizar un champú con gluten, una pasta de dientes, una crema hidratante. La alergia en muchas ocasiones puede llegar a causar un shock anafiláctico y requerir una intervención médica de urgencia. Por eso los alérgicos al gluten y a otros alimentos, deben ir acompañados siempre de medicación para tratar de reducir una crisis producida por el alérgeno.

Copyright: celiacos al poder / sandra casado lópez, tania fernández-pacheco esteban

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